Hola queridos y queridas colegas
y amigos:
Esta vez quiero contactarme con
ustedes, equipos directivos, supervisivos y docentes, para compartir una serie
de pensamientos que han ocupado mi cuarentena estos últimos días.
Hay dos cosas que no quiero
hacer: una es darles indicaciones sobre cómo tomar decisiones preventivas
frente al coronavirus: hay mucha información y muy clara proveniente de fuentes
oficiales.
La segunda cosa que no deseo
hacer es hacerles sugerencias acerca de cómo mantener la continuidad pedagógica
de nuestros alumnos y estudiantes. También hay mucha información oficial y
fidedigna al respecto.
Lo que en este momento me
interesa es ver cómo se ponen de manifiesto algunas variables, palabras, ideas
o conceptos en la relación, desde siempre compleja, entre directivos y
docentes.
Palabras que se me cruzaron:
Apoyos: ¿Qué tipo de apoyos
necesitan los docentes a mi cargo en estos momentos? Esencialmente es “estamos
juntos”, nos apoyamos entre todos”
Tiempos: ¿qué pasa con los
tiempos?, los reales y objetivos, los sentidos y subjetivos, los individuales y
colectivos, los singulares y compartidos. ¿Los manejamos o nos dejamos manejar
por ellos? ¿Podemos manejarlos, organizarlos, disfrutarlos o sentirnos
aplastados por esos mismos tiempos?
Transferencias: ¿cómo transferir
a los docentes estados de ánimo positivos (no delirantes ni fantasiosos)
Incertidumbre: En un tiempo más
impredecible que nunca, donde día a día se escuchan frases como “por ahora”,
“veremos”, “a medida que pasen las horas y días se verán las decisiones a
tomar”. ¿Cómo hacer para no dar garantías sin caer en el abismo del “no te
preocupes, no va a pasar nada”?
La percepción de un estado
ignorado y amenazante no es broma, pero tampoco debería dar lugar a una
parálisis.
Ansiedad: emparentada con
angustia es un acompañante casi constante en épocas donde el futuro no se logra
vislumbrar con nitidez y claridad. ¿Cómo hacer para comprenderla, sin dejarse
atrapar por ella?
Hábitos y rutinas: son los que
permiten organizar la vida de chicos y adultos. Sabemos cómo se han instalado a
lo largo de la vida de cada uno. ¿Cómo hacer para instalar nuevos hábitos y
rutinas? ¿Cómo hacer para valorarlos adecuadamente y no percibirlos solamente
como algo negativo y desesperanzador?
Convivencia: Este vivir con otros
se ha apoyado esencialmente, en los ámbitos escolares como convivencia que
implicaba la presencialidad. Encuentros de cuerpos, de ojos, de manos, etc.
¿Cómo hacer para valorar otros modos de ponerse de manifiesto la convivencia
(el vivir con otros) en momentos actuales?
Estos términos, conceptos, etc,
nos llevan a pensar la realidad, a pensarnos a nosotros y a los otros de
diferente manera.
Apoyos: es apoyar desde la
escucha, la comprensión, es comprender la distancia que puede existir en
nuestros docentes entre el “debo” y el “puedo”. Es habilitar espacios
(virtuales) para que manifestar estos estados afectivos no se vea trabado por
sensaciones de “de esto no se habla”. Evidentemente no implica un apoyo que
corresponde a otros profesionales de la salud, especialmente psicólogos y
psicoanalistas.
Tiempos: Ya sabemos que los
tiempos tienen características relativas. Aprender a escuchar en los tiempos de
los Otros es un gran ejercicio. Comprender que algunos disfrutan el paso del
tiempo y otros sienten que los aplasta nos lleva a pensar en que debemos apoyar
a los otros desde su propia percepción y no siempre desde la de cada uno de
nosotros. Insisto en el escuchar, comprender, valorar y no juzgar.
Transferencias: Ayudar a
comprender que se transfiere demasiado fácilmente e inconscientemente los
propios estados de ánimo. Ayudar a diferenciar en el amplio abanico de estados
de ánimo que se pueden transferir, se desee hacerlo o no. Ayudar a comprender
hasta qué punto es el Otro receptor de nuestros estados afectivos y hasta qué
punto nos esforzamos en apoyar la aparición y sustentación de estados afectivos
que nos ayuden y ayuden a otros a abordar adecuadamente la situación que
estamos transitando.
Incertidumbre: Si nunca pudimos
dejar de lado la existencia del a incertidumbre, es en estos tiempos donde se
agudiza su incidencia en nuestros pensamientos, sentimientos y acciones.
Respuesta a ella: ¡¡pocas!! La más importante es “todos juntos aprenderemos lo
que no sabemos” “todos juntos iremos afrontando los obstáculos que se nos
presenten” y la más importante: “No estamos solos”.
Ansiedad: Ansiedad que puede
transformarse rápidamente en sensación de impotencia e imposibilidad. ¿Qué
hacer? Rescatar todo lo que sí se puede, recuperar todo lo que se está haciendo
en forma colectiva y colaborativa. Estar juntos y compartir. Abrir “círculos de
amigos, conocidos y colegas” no sólo para ver qué se planifica sino también
para compartir estados afectivos; sentirse acompañados es la regla de oro en la
actualidad.
Hábitos y rutinas: La necesidad
de organizar y reorganizar la vida laboral y personal es esencial. Preguntas
que se pueden hacer: ¿cuáles de las rutinas y hábitos siguen siendo útiles al
día de hoy? ¿cómo abandonarlas? ¿cuáles son nuevas y buenas para pensar,
construir e implementar?
Convivencia: Vivir siempre fue
vivir con otros y hoy no es vivir sin los otros. La pregunta de hoy es ¿cómo
hacemos para vivir con otros con los que no convivimos presencialmente? ¡¡Y
muchos son los puentes que se pueden tender!! Puentes que ya existían y puentes
que se pueden imaginar, construir y tender.
¡Que nadie ni nada nos podrá
hundir si estamos juntos y unidos!
Es decir, queridos directivos y
supervisores: entre ustedes la principal tarea es hacer sentir a sus docentes
que somos un cuerpo colectivo, que nadie está solo, ¡¡ni personal ni
laboralmente!!
Es crear espacios para alojar los estados del otro y también los
nuestros.
En https://www.facebook.com/ruthruth.harf.7 el 25/03/2020