El manejo del aula es una condición absolutamente necesaria para que vos puedas enseñar y tus alumnos aprender ya que repercute en el clima y les ofrece a los alumnos la posibilidad de sentirse tranquilos, confiados y seguros, lo que favorece el aprendizaje.
El manejo del aula tiene que ver con cómo se hacen las cosas en el aula, mientras que la disciplina tiene que ver con cómo se comportan los alumnos. Es decir que la disciplina está en la órbita de los alumnos, mientras que el manejo del aula está en la órbita del docente.
De la misma menara que tenés reglas y procedimientos en tu aula presencial, debemos trabajar con reglas y procedimientos en el aula virtual.
La regla es una norma que debe ser cumplida. Si se rompe hay una consecuencia.
Un procedimiento, por otro lado, es cómo se hace algo. Por ejemplo, para hablar, levantar la mano, etc. El procedimiento no conlleva sanción.
Algunas ideas para reforzar:
1) Explicales a tus alumnos qué esperás de ellos y cómo deben comportare en clase.
Por ejemplo que estén presentes desde el comienzo de la clase, que tengan con ellos el material que van a utilizar, que en lo posible no se pisen cuando hablen, cómo y cuándo utilizar el chat/micrófono, qué lenguaje deben usar, si hay o no un código de vestimenta, que no hayan distracciones (celulares, hermanitos, mascotas) etc. El buen docente no participa en pugnas de poder con el alumno, sabe que él es el adulto, recuerda los límites y aplica las consecuencias pactadas sin hacer un escándalo de la situación
2) Deben saber que necesitan estar conectados (nada de poner una imagen en vez de la foto). Necesitás verles las cara y ver cómo trabajan. La participación no debe ser opcional.
3) Un comportamiento inadecuado (cambiarse el nombre, escribir en el ppt, compartir una pantalla cuando no corresponde, etc) se informa una vez de manera oral, se advierte por segunda vez por chat y a la tercera de lo "retira" al alumno de la clase. Si el comportamiento inadecuado lo justifica, se lo retira la primera vez.
Al retirarlo, el alumno no puede volver a ingresar. Después tendrás que resolver cómo se habla con el alumno/su familia para explicar la situación y ver qué consecuencias tuvo su conducta, y qué puede aprender de la misma. O, ¿qué pasaría si en vez de mandarles una nota a los padres cuando los chicos hacen algo inapropiado, les pidieras a ellos redacten su propia nota y se la entregaran a sus padres?
5) El clima de la clase debe ser ameno y relajado, con el foco puesto en aprender, pero si la situación lo amerita, tendrás que mostrar firmeza pero ternura a la vez: "Juan, me encanta tenerte en clase, pero si seguís comportándote de esta manera, no me va a quedar opción y voy a tener que sacarte de la clase.
6) Generá un espíritu de comunidad. Que se sientan parte del grupo. Un aula sana es de vital importancia para poder aprender. Naturalizá y desdramatizá el cometer errores. Es importante que los alumnos se sientan seguros emocionalmente para poder aprender. El docente es quien tiene que garantizar que ningún alumno interfiera con el aprendizaje de un compañero.
7) Escaneá: miralos, "leé" caras y anticipate: están aburridos, no entienden? Anticipatre y actuá en consecuencia. Al leer caras, podés saber si la clase va bien, si necesita cambiar el ritmo, el recurso, o inclusive el tema!
8) Llamalos por su nombre, generá un vínculo, tratalos con respeto siempre (no a veces).
9) Modelá el comportamiento: Si ellos deben llegar temprano, vos también. Que tus palabras y tus gestos sean siempre positivos, sanadores, y productivos.
10) Trabajá tanto el contenido como las habilidades socio-emocionales: escucha atenta, colaboración, respeto, etc.
11) Tan importante como conectarte emocionalmente con tus alumnos, es reconectarte si sucedió algo que "cierre" al alumno (una llamada de atención, etc). Si el alumno se relaciona de manera positiva con el docente, entonces, seguramente, va a acatar las reglas y sus consecuencias de manera positiva. Caso contrario, seguramente va a resistirse. En muchos casos el mal comportamiento tiene mucho que ver con una mala relación entre el alumno y el docente.
12) Cuando sea necesario hablar con algún alumno acerca de su conducta, hacelo en privado. Una buena conversación a tiempo puede traerte grandes beneficios.
13) generá clases interesantes: el aburrimiento es la mejor invitación para la falta de conducta.
Y por último, pensemos....en educación, ¿qué es más importante que la motivación? Ah, sí! La motivación!
Imaginate ingresando a tu clase virtual, con tu entusiasmo ilimitado, después de haber invertido tiempo y esfuerzo en preparar tu clase, y tus alumnos te reciben con apatía, tirados en sus mesas, mirando para cualquier lado. La apatía es al docente lo que la sequía a un campo sembrado.
Hoy sabemos que la motivación es una reacción emocional. Un alumno motivado puede aprender más y mejor que uno que no lo esté. No podés motivar a un alumno, pero sí generar las condiciones que motivan...
Imaginate que voy conduciendo un taxi. Vos lo tomás. Me pedís que te lleve hasta algún lugar en particular. Yo te saludo, te sonrío, y te comento que en el asiento trasero podés encontrar algunas revistas de actualidad para que tu viaje sea más placentero. Y te pregunto, además, si tenés frío o calor para poner la temperatura que sea de tu agrado. Y por último te pregunto qué tipo de música te gusta-ópera, rock, pop, o tal vez preferís escuchar el noticiero en la radio. Al llegar, te agradezco haberme tomado, te cobro, y con el vuelto te doy un caramelo, para endulzar tu día.
Te gustaría? Te sentirías a gusto?
Ahora imagínate que tomás el mismo taxi, pero en vez de decirte todo lo que te dije anteriormente, te digo que te apures a subir que hay otros autos detrás, es un día de calor infernal y no tengo aire acondicionado, los asientos están rotos y bastante sucios. Te pregunto a dónde querés ir y te digo que me indiques porque no conozco la calle. A mitad de camino te cuento que no dormí en toda la noche porque tuve una pelea con uno de mis hijos, así que se me parte la cabeza y espero no dormirme en el próximo semáforo. Pongo música que realmente no te gusta y voy tan rápido que vas agarrándote de la puerta rezando que el viaje llegue a su fin.
Qué harías? No querrías bajarte? Seguramente sí.
Nuestros alumnos no pueden “bajarse” de la clase. Tienen que quedarse sentaditos hasta que el docente lo disponga. Entonces, ser una persona entusiasta y apasionada, no le daría otro color al asunto?
El docente es una pieza fundamental en la ecuación enseñar-aprender.
La manera en que éste se relaciona con el alumno va a influir directamente en el clima en el aula y en el éxito académico y socio-emocional de los alumnos.
Los docentes que han podido establecer una buena relación con sus alumnos, tienen menos problemas de disciplina que aquellos que no lo han podido lograr. La conexión que el docente establezca con sus alumnos es crucial para que reine el respeto y la armonía en clase, y que los alumnos puedan aprender.